Septiembre 8th, 2008
Por Mario Emilio Perez
Mi amigo el destacado humorista Felipe Polanco afirma que nadie ha salido vivo de este planeta.
Lo inevitable de la muerte es algo que ha inquietado y angustiado al ser humano desde que Dios le impuso esa terrible condena.
El genial humorista dominicano señalaba que le causaba sorpresa el disgusto que experimentaban aquellas personas a quienes saludaba diciéndoles: hola, futuro cadáver.
El temor a la muerte no impide a la gente bromear con ella; por eso de aquel que fallece dicen que colgó los tenis, abrió el paraguas, firmó con los cachorros, estiró el ombligo, o amaneció en atención.
Las personas con edades que están más allá del meridiano, o sea, de los cincuenta años, se asustan cuando se enteran de que murió algún contemporáneo, pero lo cogen aparentemente de relajo diciendo: me están picando cerca los rollins.
No existe un lugar donde se hagan más chistes que aquel donde se esté velando a un ex - vivo.
Esto se debe a que la gente quiere escapar de la certeza de que cada uno emprenderá tarde o temprano el indeseable viaje hacia el lugar del cual nadie ha regresado.
Muchas personas hablan acerca de la forma en que quisieran morir, y la mayoría aspira a hacerlo de manera repentina mientras duermen, lo que me lleva a recordar la frase que señala que “aquel que ve llegar la muerte, muere dos veces”.
Un viejo amigo, que cumplió recientemente treinta años de casado, afirma que lo único peor que la muerte es el matrimonio.
Y dice que lo prueba el hecho de que todos los días le pide a Dios que lo mande a buscar, con la única finalidad de librarse de su esposa.
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El temor a la muerte no impide a la gente bromear con ella; por eso de aquel que fallece dicen que colgó los tenis, abrió el paraguas, firmó con los cachorros, estiró el ombligo, o amaneció en atención.
Las personas con edades que están más allá del meridiano, o sea, de los cincuenta años, se asustan cuando se enteran de que murió algún contemporáneo, pero lo cogen aparentemente de relajo diciendo: me están picando cerca los rollins.
No existe un lugar donde se hagan más chistes que aquel donde se esté velando a un ex - vivo.
Esto se debe a que la gente quiere escapar de la certeza de que cada uno emprenderá tarde o temprano el indeseable viaje hacia el lugar del cual nadie ha regresado.
Muchas personas hablan acerca de la forma en que quisieran morir, y la mayoría aspira a hacerlo de manera repentina mientras duermen, lo que me lleva a recordar la frase que señala que “aquel que ve llegar la muerte, muere dos veces”.
Un viejo amigo, que cumplió recientemente treinta años de casado, afirma que lo único peor que la muerte es el matrimonio.
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