
LONDRES, (AFP) - El mercado petrolero vivió en 2008 un drama en dos actos, marcado primero por la escalada meteórica de los precios, hasta casi 150 dólares el barril, antes de una caída brutal y sin precedentes, por debajo de los 35 dólares, que puede prefigurar graves problemas de suministro.
El 2008 ha sido "uno de los años más difíciles y volátiles jamás vividos" en el mercado del crudo, consideró Peter Beutel, de la consultora de energía estadounidense Cameron Hanover.
El 2 de enero, el barril franqueó el umbral simbólico de los 100 dólares. Le siguieron seis meses de récords casi diarios, que culminaron el 11 de julio, con el barril de Brent a 147,50 dólares.
Pero la apoteosis dio paso al descalabro. Los precios se hundieron más de 70%, y todavía más rápido de lo que subieron.
El barril de West Texas Intermediate (WTI) para entrega en febrero, cotizado en Nueva York, llegó a venderse el 19 de diciembre a 33,44 dólares, su nivel más bajo desde el 2 de abril de 2004.
El viernes, el barril de WTI se cotizaba a 36,28 dólares y el Brent a 37,65 dólares.
"Hemos vivido un año cortado en dos", sostuvo Simon Wardell, del gabinete IHS Global Insight.
En el primer semestre, un conjunto de factores hicieron estallar los precios: desde las tensiones geopolíticas en Irán, Nigeria o Pakistán, hasta el precario equilibrio entre una oferta que toca techo y una demanda estimulada por los países emergentes, con China a la cabeza.
A todo esto se sumó la conciencia de que las reservas son limitadas y cada vez de más difícil acceso, y finalmente una bulimia de los fondos de inversiones por las materias primas.
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