sábado, 7 de febrero de 2009

Adiós... George Arzeno Brugal


SU VIDA FUE DEDICADA AL SERVICIO A TRAVÉS DE SUS POSICIONES EN EL SECTOR PRIVADO
SANTO DOMINGO.- El empresario George Arzeno Brugal recibió ayer el llamado eterno.

Su estadía en esta vida comenzó el 3 de abril de 1925, en Puerto Plata. Nació en una familia de empresarios, pero su vida la dedicó a múltiples actividades que lo involucraron en los acontecimientos sociales y económicos más importantes de los últimos 60 años. Era el segundo y único varón de tres hermanos: él, Hilda y Lucía.

Su trayectoria como empresario establece que fue un hombre que sólo se dedicó al trabajo. En la medida en que iba acumulando méritos en su familia y la sociedad dominicana, fue escalando hasta ser el presidente del Consejo de Administración de Brugal y Compañía, de la empresa Vinícola del Norte, de la junta de directores de la Asociación Central de Ahorros y Préstamos y de la Fundación Brugal, que en octubre de 1991 institucionalizó el premio “Brugal cree en su gente”, a través del cual se reconoce la labor social de instituciones sin fines de lucro.

Como dirigente empresarial se integró y dirigió las organizaciones más importantes del sector privado, incluyendo la Asociación de Industrias, el Consejo Nacional de Hombres de Empresa, hoy Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep). También fue presidente de la Cámara de Comercio y Producción del Distrito Nacional.

Su presencia en las organizaciones empresariales más importantes del país la aprovechó como estandarte para colocar el interés de su sector y del país por sobre todas las cosas. El tema eléctrico y su incidencia en la falta de competitividad en el sector industrial lo hizo suyo desde mediados de los 80 y durante toda su vida pública.

Cuando llegó a ser el presidente de lo que hoy se conoce como el Conep fue por consenso. Fue durante su presidencia que esa organización, la principal entidad privada del país, comenzó a jugar un papel estelar en la opinión pública, luego de la reforma tributaria que se implementó desde principios de los 90.

Pionero
Cuando en el país se comenzó a tratar el tema de la apertura comercial fue Arzeno Brugal quien trató el tema por primera vez con la responsabilidad que le caracterizó siempre. “Es imposible postergar la apertura de la economía, pero debe hacerse de manera gradual para no dar al traste con el sector productivo nacional”, señala un reportaje del 28 de junio de 1991, publicado en el periódico El Siglo.

Se identificó como un abanderado en el apoyo a la inversión extranjera y la implementación de reglas claras para garantizar la estabilidad de las empresas. En ese orden, fue de los promotores de la ley que apoya al sector exportador, así como de importantes incentivos.

Sus palabras de ayer se convierten hoy en enunciados para la eternidad. “El hecho de uno ser empresario no es solamente defender los intereses de su empresa personal, hay que trabajar en beneficio de los intereses de la colectividad, de su propia clase, pero al propio tiempo sembrar en esa clase lo que debe ser el norte de su responsabilidad”, expresó alguna vez, como consta en un reportaje publicado en El Siglo el 13 de abril de 1991.

Arzeno Brugal no era dado a hablar de su vida. Los documentos sobre él establecen que se creía un dominicano común y corriente, a pesar de sus luchas antitrujillistas, del exilio de 15 años en Puerto Rico y del casi medio siglo dedicado a la elevación del género empresarial a través de su paso por las organizaciones más importantes del sector privado.

Don George Arzeno Brugal murió en Miami a los 84 años.


LA SENSIBILIDAD SOCIAL COMO FILOSOFÍA DE VIDA
Su sensibilidad social fue una marca que la llevó desde muy joven. Su afán de ayudar al prójimo era algo que para él representó una de sus principales razones de vida. La Fundación Brugal, fundada por su abuelo, fue la plataforma que le sirvió para apoyar a todos los soñadores que creen en un futuro mejor para el país. Como defensor de la democracia, de lo cual dio muestras en su existencia, instaba a los empresarios a fortalecer su compromiso con las libertades.


En más de una ocasión afirmó que la democracia es la razón de ser del sector privado. Su filosofía de vida talvez está expresada cuado dijo que cada quien es dueño de sus opiniones, de sus ideas, de sus creencias, y sólo debe tener como límite el contacto con las opiniones, las ideas y las creencias ajenas, con las que debe convivir y a las que debe respetar precisamente porque desea el respaldo absoluto de las suyas.