sábado, 13 de septiembre de 2008

Bush declara Tejas zona de desastre federal tras el paso de Ike


El secretario de Seguridad Nacional habla de varias víctimas mortales.- El huracán se transforma en tormenta tropical
AGENCIAS - Houston - 13/09/2008

El presidente de EE UU George W. Bush ha declarado Tejas zona de desastre federal tras el paso por este Estado del huracán Ike. Además, el presidente ha ordenado el envío de ayuda a los gobiernos estatal y locales para reconstruir lo que el ciclón se ha llevado a su paso. Aunque a estas horas el ciclón se ha visto rebajado a tormenta tropical, Ike continúa su avance hacia el norte de EE UU con vientos sostenidos de 95 kilómetros por hora.

El secretario de Seguridad Nacional, Michael Chertoff, ha explicado que los daños ocasionados por el huracán Ike han sido "significativos" en Texas y Louisiana y que tienen informes no confirmados de varias víctimas mortales. "Ya hemos oído acerca de unos informes preliminares que hablan de varios muertos", ha dicho. "Obviamente una muerte es más de lo que queremos escuchar". Chertoff se trasladará esta noche (hora española) desde Washington a Texas para supervisar las tareas más urgentes.
En una rueda de prensa simultánea a la del secretario de Seguridad Nacional, pero en Austin (Tejas), el gobernador del Estado, Rick Perry ha explicado que ya ha comenzado la operación de búsqueda y rescate de posibles víctimas del huracán, que será "la mayor de la historia en Texas". En la operación se están movilizando efectivos de la Guardia Nacional y helicópteros y barcos de la Guardia Costera.
Los fuertes vientos y las inundaciones que Ike ha provocado en Tejas han dejado sin electricidad a más de cuatro millones de personas sólo en el área de Houston. Después de que su centro impactara esta madrugada hora local en la isla de Galveston, y comenzara su andadura por tierra en el este de Tejas, bajó a categoría 1, según el Centro Nacional de Huracanes con sede en Miami, Florida. Más de 1,2 millones de personas han abandonado el litoral de esta zona del estado de Tejas, en emergencia desde hace varios días mientras se preparaba para la llegada del poderosísimo ciclón.
Los expertos y las autoridades consideran que Ike podría convertirse en el tercer huracán más destructivo en la historia de EE UU, detrás de Katrina, que asoló Nueva Orleans en 2005 y Andrew, que golpeó Miami en 1992. El presidente de EE UU, George W. Bush, ha expresado su preocupación por el impacto del paso el huracán sobre los precios de la energía, ya que Tejas es la principal zona petrolera del país. Además, el presidente ha prometido asistencia inmediata en la zona costera del Estado afectada por el paso del ciclón.
El Gobernador de Tejas ha informado de que entre los evacuados hay unas 13.000 personas con "necesidades especiales", como enfermos hospitalizados y personas mayores. Además 100.000 hogares se podrían ver inundados por las aguas. Algunas empresas de medición de riesgos calculan que el daño potencial que puede acarrear el huracán puede ser entre 5.000 y 25.000 millones de dólares.
De hecho, el riesgo de permanecer en la zona ha llevado al Servicio Nacional Meterológico a advertir ayer de que todo aquel que no cumpliera con la orden de evacuación inmediata obligatoria, podría sufrir un peligro mortal. Aún así, pese a las advertencias, cerca de 57.000 residentes de Galveston, el 40% de la población, ha decidido permanecer en la ciudad, según las autoridades municipales.
Parón forzoso de las petroquímicas
Por su parte, las compañías petroquímicas y petroleras que operan en el Golfo de México y en el área de la bahía de Galveston han cancelado todas las operaciones, lo mismo que el puerto de Houston. Se calcula que el 20% de la producción de crudo doméstico, el 14% del gas natural y el 70% de la producción petroquímica han quedado suspendidas a la espera del huracán.
La isla de Galveston tiene el triste récord de ser el lugar de Estados Unidos donde se ha registrado el peor desastre natural de la historia del país cuando también tocó tierra un huracán, el 8 de septiembre de 1900. Las olas causadas por las tormentas se cobraron de 6.000 a 8.000 vidas en la ciudad y 4.000 en los alrededores y demolieron 3.600 casas. De hecho, no quedó una sola edificación que no sufriera daños

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