Huracanes tropicales y diplomáticos tienen al continente al rojo vivo
La Administración de George W. Bush se ha quedado sin sus embajadores en La Paz y Caracas, expulsados por los Gobiernos de Evo Morales y Hugo Chávez, y ha respondido haciendo lo propio con los embajadores boliviano y venezolano en Washington.
BOGOTÁ.- Una calamitosa combinación de violencia política, catástrofes naturales, conflictos diplomáticos, denuncias de conspiraciones y problemas económicos tiene al continente americano al rojo vivo.Bolivia es el foco de la tensión política, con un clima de insurrección contra el Gobierno en algunas regiones que ha ocasionado al menos nueve muertos, decenas de heridos y daños en infraestructuras en el país más pobre de Suramérica.Los llamamientos en favor del diálogo y de la paz se multiplican, pero por ahora no se avizora una solución al enfrentamiento entre el Gobierno y la oposición autonomista.Haití y Cuba se reparten las mayores desgracias de una temporada ciclónica en el Atlántico que está siendo más intensa de lo normal y que también ha hecho estragos en República Dominicana, Jamaica, Bahamas, Turcas y Caicos y otras naciones caribeñas, a los que huracanes y tormentas no han dado tregua.En Haití, el país más pobre de América, los muertos se cuentan por centenares y no hay aun cifra de daños, mientras que en Cuba, si bien el costo en vidas humanas no ha sido tan grande, los dos últimos huracanes arrasaron medio millón de viviendas y dejaron "grandes daños" en la agricultura y obras de infraestructura que pueden ascender hasta 10.000 millones de dólares."Ike", un poderoso huracán de categoría 3, tiene ahora en la mira a Texas, donde ha habido que evacuar a más de un millón de personas, y es visto con temor en el vecino México y por las compañías petroleras que operan en el Golfo que lleva el nombre de ese país.Algunas empresas de medición de riesgos calculan que el daño potencial que puede provocar el ciclón está entre los 5.000 y los 25.000 millones de dólares.Sea cual sea el perjuicio, no ayudará, sin duda, a la economía de Estados Unidos en un momento de crisis como el actual.A las turbulencias de la naturaleza se suman las creadas por las diferencias políticas entre Estados Unidos y varios países latinoamericanos, todos ellos englobados en un bloque capitaneado por Venezuela.La Administración de George W. Bush se ha quedado sin sus embajadores en La Paz y Caracas, expulsados por los Gobiernos de Evo Morales y Hugo Chávez, y ha respondido haciendo lo propio con los embajadores boliviano y venezolano en Washington.Morales acusó al embajador Philip Goldberg de instigar la ola de protestas opositoras, mientras que Chávez tomó la medida de expulsar a Patrick Duddy en solidaridad con Bolivia y en medio de denuncias de un complot contra él en el que involucró a EE.UU.Además de anunciar la expulsión del embajador boliviano Gustavo Guzmán y la del venezolano, Bernardo Álvarez, EE.UU. anunció la incorporación a una de sus listas negras de un ex ministro y dos altos funcionarios venezolanos a los que acusa de tener nexos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).Honduras se sumó a continuación al conflicto con la suspensión del acto de entrega de cartas credenciales del nuevo embajador de EE.UU., Hugo Llorens, en solidaridad con Bolivia, según dijo el presidente Manuel Zelaya.La relación entre Estados Unidos y Argentina también está tensa, en este caso por un sonado juicio que se celebra en Miami en relación con el decomiso de 800.000 dólares a un empresario venezolano que trató de introducirlos en Argentina de contrabando en agosto de 2007.Según grabaciones de conversaciones entre los procesados divulgadas por el fiscal en el juicio, el dinero era una contribución venezolana a la campaña electoral de la hoy presidenta Cristina Fernández.El Gobierno argentino, que niega que la destinataria del dinero fuera Fernández, ha acusado a Estados Unidos de utilizar con "fines políticos subalternos" el "caso del maletín" y ha calificado de "aseveraciones irresponsables" las hechas por el fiscal a partir de las grabaciones, un "material armado y producido por el FBI -es decir con conocimiento de autoridades políticas- de EE.UU.".Tampoco las relaciones entre los países de la Comunidad Andina atraviesan por un camino de rosas.Hoy el canciller boliviano acusó a Colombia y Perú de dar por concluidas unilateralmente las negociaciones con la Unión Europea en pro de un acuerdo de asociación, con el fin de negociar individualmente, sin haber avisado a sus socios: Bolivia y Ecuador.Perú negó por medio de la ministra de Comercio Exterior, Mercedes Araoz, haber dado por terminada la negociación, pero sí admitió que busca negociar bilateralmente con la UE la parte comercial del acuerdo.Las consecuencias pueden ser nefastas para una Comunidad Andina que lucha por sobrevivir al golpe de la salida de Venezuela, en 2005, y que aun tiene pendiente de solución un pedido de destitución del secretario general, Fredy Ehlers, por parte de Bolivia. EFE
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