martes, 16 de septiembre de 2008

Por segundo día consecutivo las principales bolsas europeas abrieron marcadamente a la baja, siguiendo la tendencia de los mercados asiáticos y todaví


La racionalidad del manejo de las finanzas públicas parece tambalearse si se toma en cuenta que el Informe de la Economía Dominicana del primer semestre del presente año indica que los ingresos del gobierno crecieron un 8.9% en relación a igual período del año 2007, mientras que los gastos se incrementaron en un 32.3%.
Este incremento del gasto, sin embargo, no parece que se destinó a reducir la importante brecha de pobreza existente en República Dominicana si se toma en cuenta que el Secretario de Economía, Temistocles Montás, declaró que “desafortunadamente, en países como República Dominicana, los recursos disponibles no alcanzan para dar respuesta a todos los cambios estructurales que implica el desarrollo de estas condiciones”.

A pesar de las diferencias entre Montás y el Gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, reseñadas por el Listín Diario en su edición de hoy, la verdad es que ambos funcionarios coinciden en hacer culpable de la situación a la situación externa, especialmente en lo relativo a los precios internacionales del petróleo.
El informe del Banco Central presentado por Valdez Albizu añade que el “incremento del gasto se explica principalmente por el aumento de los subsidios otorgados por el gobierno asociado a los efectos del choque externo, los mayores gastos de intereses internos y el aumento del gasto de capital”, indica la publicación.
Reseña que las transferencias corrientes, que incluyen todos los subsidios, mostraron la mayor tasa de crecimiento (35.7 por ciento), al pasar de RD 35,149.9 millones en enero-junio del 2007 a RD 47,718.6 millones en enero-junio del 2008, es decir, un aumento de RD 12,574.7 millones.
Destaca entre estas transferencias corrientes el subsidio al gas licuado de petróleo, que ascendió a RD 4,488.4 millones, para un crecimiento de 87 por ciento. Igualmente los aportes al sector eléctrico que superaron los 13 mil millones de pesos, incrementándose en RD 6,510.5 millones con relación a enero-junio del 2007.
La misma entidad bancaria estima que al cierre del 2008, el balance del sector público no financiero (Gobierno Central y el resto de las instituciones públicas no financieras), terminaría con un déficit de alrededor de dos por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), “incluyendo el presupuesto suplementario y las medidas de ajuste del gasto público en el segundo semestre del año”.
En síntesis, las operaciones fiscales del Gobierno central, durante el primer semestre del 2008, registraron un déficit superior a los 20,910 millones de pesos (relación entre ingresos y gastos), incluyendo el pago de los RD 4,050 millones de los bonos de capitalización del Banco Central.
Los subsidios se convirtieron en un tema electoral, pues muchos de ellos fueron otorgados en medio del proceso como una forma de retener o conquistar parte del voto popular.
Algunos sectores, como los panaderos y el avícola, se quejan de que hoy todavía no le han pagado, a pesar de que sus deudas están consignadas en el Presupuesto Suplementario que fue aprobado en la primera mitad del mes de agosto.
No habla de ingresos extraordinarios
El documento del Banco Central indica las finanzas públicas se vieron seriamente afectadas por el incremento de la factura petrolera, mayores erogaciones por concepto de subsidios, así como otros castos extraordinarios relacionados a los daños ocasionados por las tormentas Noel y Olga, ocurridas a finales del 2007.
Sin embargo, ayer Panorama Diario publicó la incongruencia existente en los precios de la gasolina regular y primiun en el sentido de que los precios del petróleo eran similares –casi idénticos- el primero de enero del presente año y el 15 de septiembre. Sin embargo, los precios de las gasolinas al 15 de septiembre eran superiores en RD$27.00 con relación al primero de enero.
Esta diferencia supone ingresos extraordinarios del Gobierno, los cuales suplen parte de lo que la ONEC llamó la tendencia al gasto “a diestra y siniestra”.

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