ESPERENZA.- Sigue con vida uno de los tres niños que se electrocutaron ayer en la tarde cuando un cable eléctrico cayó al canal de riego donde se bañaban para ir a las escuela.
Los otros dos menores serán sepultados esta tarde en el cementerio de Boca de Mao, donde ocurrió la tragedia.
Eric Luis Molina Peralta, de 12 años, permanece interno en el hospital Arturo Grullón, de Santiago, donde los médicos lograron salvarle la vida luego de que sus familiares lo creyeran muerto.
Los fallecidos son Gael Ezequiel y Luigi Joel Molina Peralta, de nueve y ocho años de edad, respectivamente. Se bañaban junto a su hermano mayor a la 1:30 de la tarde de ayer viernes, momentos previos a la hora de ir a la escuela Francisco del Rosario Sánchez, donde estudiaban.
La tragedia se produjo cuando un alambre de cordel usado como conductor de electricidad y que pasaba por encima del canal donde se bañaban los niños, se desprendió e hizo contacto con el agua.
Fidelina Domínguez, abuela de los fallecidos, dijo que el alambre que provocó la tragedia fue colocado el pasado domingo para recibir el fluido eléctrico en la casa de la familia Molina Peralta, “porque los ladrones se robaron los cables de electricidad”.
“Hemos gastado un dineral comprando cables para la luz, pero los ladrones siempre se los roban”, precisó la acongojada abuela.
Los fallecidos eran dos de los cuatro hijos que habían procreado la señora Ángela María Peralta Domínguez y Luis Alfonso Molina Suero, quienes están separados.
Para esta tarde está previsto el entierro de los infantes, mientras que en la casa donde se realiza el velatorio acuden cientos de personas de distintas comunidades vecinas, incluyendo familiares, estudiantes, profesores y amigos.
De su lado, Luis Ramón Molina, abuelo de los niños, dijo que la madre de los fallecidos, Angela Peralta, va a necesitar ayuda psicológica por el “duro golpe de perder a dos hijos y tener a otro en estado de gravedad”.
Al frente de la casa donde son velados los restos los niños aún se observa parte del “alambre dulce” cortado.
La otra parte que cayó al canal cuando los niños se bañaban fue movida por un tío de los fallecidos, quien rescató los cuerpos usando su camisa para no recibir la corriente eléctrica.
Versiones de los vecinos dan cuenta de que desde hace varios días los niños y adultos que residen cerca del canal donde ocurrió la tragedia se bañan en ese lugar porque a las casas llega “muy poca agua por las tuberías”.
Los otros dos menores serán sepultados esta tarde en el cementerio de Boca de Mao, donde ocurrió la tragedia.
Eric Luis Molina Peralta, de 12 años, permanece interno en el hospital Arturo Grullón, de Santiago, donde los médicos lograron salvarle la vida luego de que sus familiares lo creyeran muerto.
Los fallecidos son Gael Ezequiel y Luigi Joel Molina Peralta, de nueve y ocho años de edad, respectivamente. Se bañaban junto a su hermano mayor a la 1:30 de la tarde de ayer viernes, momentos previos a la hora de ir a la escuela Francisco del Rosario Sánchez, donde estudiaban.
La tragedia se produjo cuando un alambre de cordel usado como conductor de electricidad y que pasaba por encima del canal donde se bañaban los niños, se desprendió e hizo contacto con el agua.
Fidelina Domínguez, abuela de los fallecidos, dijo que el alambre que provocó la tragedia fue colocado el pasado domingo para recibir el fluido eléctrico en la casa de la familia Molina Peralta, “porque los ladrones se robaron los cables de electricidad”.
“Hemos gastado un dineral comprando cables para la luz, pero los ladrones siempre se los roban”, precisó la acongojada abuela.
Los fallecidos eran dos de los cuatro hijos que habían procreado la señora Ángela María Peralta Domínguez y Luis Alfonso Molina Suero, quienes están separados.
Para esta tarde está previsto el entierro de los infantes, mientras que en la casa donde se realiza el velatorio acuden cientos de personas de distintas comunidades vecinas, incluyendo familiares, estudiantes, profesores y amigos.
De su lado, Luis Ramón Molina, abuelo de los niños, dijo que la madre de los fallecidos, Angela Peralta, va a necesitar ayuda psicológica por el “duro golpe de perder a dos hijos y tener a otro en estado de gravedad”.
Al frente de la casa donde son velados los restos los niños aún se observa parte del “alambre dulce” cortado.
La otra parte que cayó al canal cuando los niños se bañaban fue movida por un tío de los fallecidos, quien rescató los cuerpos usando su camisa para no recibir la corriente eléctrica.
Versiones de los vecinos dan cuenta de que desde hace varios días los niños y adultos que residen cerca del canal donde ocurrió la tragedia se bañan en ese lugar porque a las casas llega “muy poca agua por las tuberías”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario