
SANTO DOMINGO.- “Tener que vérmelas con la resaca”. El tema del compositor argentino Fito Páez parece propicio para introducir un tema muy recurrente para estos días de Nochebuena, Navidad y Año Nuevo.
En efecto, no son pocos los casos de personas que se despiertan al día siguiente de ingerir mucho alcohol con una serie de malestares que pueden ir desde un intenso dolor de cabeza hasta náuseas y vómitos.
Conocida en otros países como cruda, guayabo, goma, chuchaqui, rasca o caña, la resaca es un cuadro de malestar general que padece al despertar quien ha bebido alcohol en exceso, en el cual se manifiesta rojez de los ojos, vómito, posibles flatulencias y dolor de cabeza, el cual se produce por deshidratación de las meninges, dilatación de los vasos sanguíneos y disminución de la glucosa.
Otra razón puede ser los productos de degradación del alcohol, que aparecen en mayor cantidad en el cuerpo si el alcohol no es de buena calidad.
El gastroenterólogo Roberto Sánchez explica que otras manifestaciones son una sed intensa, que se origina como una respuesta del cuerpo a la deshidratación causada por el alcohol, dolor abdominal y muscular, lo que se traduce en sensación de debilidad, y en algunos casos diarrea, originada por la ingesta excesiva de alcohol que ocasiona que se pierdan las vellosidades del intestino delgado que impide que se absorban todos los líquidos procesados.
Recomendaciones
Las molestias gástricas son debidas a erosiones en la mucosa del estómago producidas por el etanol, principal componente del alcohol. Estas molestias serán mayores si se han mezclado diferentes bebidas o combinados. La irritación gástrica obedecerá a todos los componentes bebidos.
Para tratar la resaca, la principal recomendación ñsegún Sánchez- es tomar alimentos suaves que no irriten la mucosa gástrica, como puede ser un yogur o un café, no cargado, con leche. Del mismo modo, para reponer la pérdida de vitaminas se deberá tomar un zumo de naranja o de frutas frescas.
Puede tomarse un analgésico asociado a un protector gástrico, y durante el día se recomienda comer legumbres, cereales, frutos secos, leche y carne. Otra medida que suele ser muy útil es pasar el tiempo de recuperación durmiendo más.
Ahora bien, como medidas preventivas, Sánchez recomienda como aspecto más importante no tomar nunca con el estómago vacío, además de evitar las comidas fuertes y con grasas porque hacen que haya más apetencia de alcohol que con una comida sencilla y ligera.
Por otro lado, aconseja que no conviene mezclar el alcohol con agua, porque ésta última hace que el primero se absorba con más rapidez. Por otro lado, la leche tiene el efecto contrario, y es lo mejor para después de unas copas.
Igualmente debe beberse a un ritmo en que el organismo pueda eliminar el alcohol de forma suficiente, por ello es importante comer a la vez que se bebe, ya que de esta forma el estómago tarda hasta cuatro veces más en absorber el alcohol.
No se deben beber combinados, sobre todo con bebidas con cafeína, ya que los efectos excitantes de esta anulan los relajantes del alcohol incrementando sus efectos aunque al principio no se note.
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